Los cuerpos de un militar pensionado y su esposa fueron hallados muertos este martes en su finca, en Viotá, Cundinamarca, tras ser asesinados por dos venezolanos a quienes les había dado la oportunidad de trabajar en el lugar.

Los homicidas de 27 y 35 años, que están identificados, pusieron los cuerpos de las víctimas en canecas y les echaron mezcla de cemento, al parecer para retardar la descomposición de los cuerpos y así burlar a las autoridades. 

Los vecinos fueron quienes alertaron a la Policía al ver la ausencia de la pareja. Cuando los uniformados llegaron al lugar no había nadie y al revisar y verificar el predio en la vereda Atala hicieron el macabro hallazgo.

Del lugar fueron robados una camioneta, televisores, computadores y dinero en efectivo.

Los habitantes de la zona contaron a Caracol Televisión, que una vecina preguntó por el pensionado y uno de sus trabajadores, le contestó que "él no quería hablar con nadie y que estaba encerrado en su pieza"; anotó que esto lo dijo mientras preparaba una mezcla de cemento que después arrojaría en la caneca donde estaba el cuerpo del militar.

La Policía hace operativos de control en la zona para dar con la captura de los hombres.